Nací en Barcelona el 17 de febrero de 1970.
A los 19 años, cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Barcelona, me ofrecieron la oportunidad de colaborar como pasante en un despacho de abogados, entraba en un mundo nuevo y desconocido para mí.
De la mano de Carmen Rodríguez y Mateo Segui aprendí a ver la humanidad en cada cliente, la honestidad en la profesión y descubrí que un “caso” no son papeles y carpetas sino personas y emociones.
En 1994 me colegié en el Colegio de Abogados de Barcelona y empecé a dedicarme en exclusiva al Derecho de Familia; durante estos 22 años he ampliado mi formación:
- Cursos y seminarios sobre cuestiones jurídicas.
- Tres años de psicología.
- Máster de coaching.
En 2011 me divorcié, mis hijas tenían 11 y 7 años, pasar por un proceso de divorcio me ayuda a comprender mejor a las personas que acuden al despacho.
Todo ello, junto con un proceso personal, me permite acompañar a la persona y a la pareja en un momento emocionalmente complicado. Observo la realidad desde otro punto de vista posibilitando un espacio para conseguir acuerdos que sirven para hacer más sencilla la vida dentro del marco legalmente establecido.