SÓLO HAY UNA DIFERENCIA…¿SABES CUÁL ES?

A priori puede parecer que encontremos muchísimas diferencias entre una y otra fotografía. Nos fijamos en mil cosas y detalles y lo evidente queda oculto.

Ponemos atención en el entorno, lo que nos rodea, incluso, rebuscamos y de tanto rebuscar al final encontramos «algo».

La única diferencia que existe en estas imágenes es la VOLUNTAD de padre y madre para actuar de una forma o de otra.

La voluntad de estirar, imponer y exigir FRENTE A  la voluntad de acompañar, comprender y dialogar.

Ni el juez, ni el fiscal, ni los abogados, ni los ex, ni los amantes, ni las nuevas parejas,  ni nadie son responsables de cómo es nuestra vida separados. Nadie es responsable de cómo son  las relaciones que tenemos con nuestros hijos, hijas y con nuestra ex – pareja.

 

Cada persona decide como quiere vivir.

Asumirlo y  tomar las riendas de la propia vida genera nuevas realidades en las que la cordialidad, la tranquilidad y el entendimiento mutuo predominan.

No digo que sea fácil.  No digo que no haya momentos en que desearías lanzar mil palabras malsonantes al otro,  incluso “lanzarle” directamente el móvil por la cabeza.

Digo que se puede aprender, que es posible mantener los vínculos de amor para transformarlos y crear una nueva relación:

  • Una relación que no rompe vínculos como padre y madre de unos niños y niñas que necesitan de su papa y de su mama, que necesitan de unos referentes equilibrados para poder crecer y madurar en libertad, armonía y amor.

Digo que es posible divorciarse con amor.

 

 

 

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